Romagnoli se sumó al plantel y fue presentado ante 100 fanas, pero no se la cree. Estaría para la 3ª fecha.
Osciló la banda de sonido en la previa, de El Salmón de Calamaro a La Mosca entonando una canción dedicada al Ciclón, sin un patrón definido. Pero los parlantes atinaron la recepción, el "Matador" de los Cadillacs atronó fuerte entre los aplausos cuando Leandro Romagnoli, acompañado del presidente Savino, quien le llevaba la 10, se asomó por el túnel que lo había visto, por última vez, a fines del 2004. Ayer fue presentado, ante poco más de 100 personas, en el Nuevo Gasómetro, en un estilo similar a lo ocurrido el año pasado con D'Alessandro, rodeado de casi toda la Comisión Directiva, incluyendo a varios dirigentes opositores. Sí, la figura del Pipi, tres veces campeón en Boedo (Clausura y Mercosur 2001, Sudamericana 2002), aglutina consensos. Tanto, que firmó contrato en vivo y en directo, y recibió el carnet de socio del club. ¿Lo dejarán, por lo menos, pagar la cuota con tarjeta de débito, para ver si pega alguna bonificación?
Con la ansiedad de un reencuentro, enseguida se puso la 10, eso sí, sobre los jeans. Desde la organización le insistieron para que se vistiera de arriba a bajo con el conjunto del Ciclón, pero el frío lo amedrentó. La zona que da a la platea techada, donde se hizo el evento, no fue bendecida por el sol. Y, encima, el enlace, de 28 años, estaba recién bañado: por la mañana se había entrenado por primera vez con sus nuevos y viejos compañeros. La contra: el pantalón le limitó la elasticidad. Y de las tres pelotas que pateó a las gradas a modo de souvenir, una rebotó en el paredón que antecede a los asientos. Ya habrá tiempos para volver a congeniar y que marche, mansita, a los ángulos...
Y llegó el momento de las palabras, de la "vuelta de un hijo pródigo", como lo anunció Savino, del reconocimiento por "el cariño de la gente", del mismo Pipi, quien entusiasmó porque auguró que en dos semanas "para la tercera fecha, contra Estudiantes", se ve con chances de pisar el césped, pero para la ovación oficial. Tras la agria caída copera de San Lorenzo ante Tigre, resultó un envión para los presentes. Ah, también hubo convocatoria desde el escenario para Diego Simeone, quien miraba la puesta desde un costadito. "Me pone contento que esté donde siempre estuvo", dijo el DT. ¿Las ilusiones del Casla ya se cargan sobre los hombros del Pipi? "No soy el salvador, todos somos salvadores. Ya no hay quien gane partidos o campeonatos solo", tiró. Y finalizó su día con auriculares casi de aviador, al fondo de la sala de conferencias, dando una nota para un medio partidario. Sí, volvió a su casa. Y a gusto.
Jueves 20 de agosto de 2009
Fuente: Ole
Marianela Colipe
