Miércoles 18 de noviembre de 2009
"Hace dos semanas peleábamos el campeonato y la Copa y esto no puede cambiar por dos semanas", analizó Leandro Romagnoli, quien volvería contra Huracán.
La Ciudad Deportiva de San Lorenzo luce una calma ficticia. En cada rincón se percibe una ausencia. La de Marcelo Tinelli, ya alejado oficialmente del Consejo de fútbol. El silencio es profundo, pero como si se estuviese realizando la remake del caos del domingo pasado, resuenan los insultos y la rechifla, que tuvieron como blanco a Alejandro Gómez. Todos los jugadores muestran tranquilidad, pero mayoritariamente eligen evitar el contacto con la prensa. Por eso, con las llamas en punto corona, si alguien puede controlar la escalada del incendio es un histórico. Leandro Romagnoli para la pelota como en la cancha, dejando en claro que el deseo es que lo vivido tras el partido con Independiente "cambie. Esto no se puede repetir".
Según el Pipi, protagonista futbolístico de esta semana, considerando que regresará al escenario nada menos que en el clásico ante Huracán, después de un mes fuera de competencia, el punto es que "los jugadores no queremos estar en esta situación, sabemos que no estamos en nuestro mejor momento, pero no somos los peores. Hace dos semanas estábamos peleando el campeonato y la Copa y esto no puede cambiar por dos semanas. Sabemos que lo pasó el último partido no le gusta a nadie. Siempre damos lo mejor y a veces las cosas no salen. La gente tiene que entender".
-Sos uno de los que más conoce el club e incluso tuviste algún problema con la gente antes de irte a Europa, ¿por qué creés que el hincha de San Lorenzo es tan violento con sus propios jugadores?
-No sé. No tengo una explicación. Pasa en todos los clubes. El jugador no quiere jugar mal. La gente eso no lo entiende. En el trabajo de cada uno, si tuviste una semana mala, nadie te va a venir a recriminar ni a pegar, te pueden decir que trates de mejorar, pero nada más. No de la forma en que se manejaron el domingo. El Papu tiene el apoyo de todos nosotros.
-¿En cuánto puede afectar este mal trato?
-Afecta y molesta también. Porque como le tocó al Papu, le puede tocar a cualquiera. El grupo está bien, estamos hablando y que estas cosas no pasen más acá. A veces uno sale y hay mucha gente que no conoce en la salida del estacionamiento. Ojalá que también los dirigentes pongan un poquito de mano dura para prevenir.
¿Clarito?
Fuente: Diario Ole.
Marianela Colipe