Andan esquivos los goles por el Nuevo Gasómetro. Se dejan ver poco, se ocultan detrás de la red, y a las gargantas de los hinchas les cuesta recuperar la memoria. Pero esta noche, ante Tigre, en la revancha de Copa Sudamericana, todos los habitantes del Bajo Flores, Boedo y sus adyacencias se conformarán apenas con uno. Sólo eso --y que Pablo Migliore termine sin castigo en su arco-- necesita San Lorenzo para acceder a la próxima fase del torneo, donde espera Cienciano.
Sin Gonzalo Bergessio, ahora con amor francés, el equipo perdió contundencia. Y como Darío Cvitanich se quedó volteando arqueros en Holanda, la responsabilidad ofensiva recayó en Bernardo Romeo. Aunque no está solo el histórico goleador que recién en esta segunda mitad del año se despojó de una lesión que lo mantuvo alejado del área. Otra vez, como en la gesta de 2001, lo acompaña Leandro Romagnoli, el Pipi, ese hijo pródigo que regresó de Europa para volver a formar aquella dupla que tanto éxito brindó en el comienzo del nuevo milenio.
Romeo sabe todo lo que significa Romagnoli para él. De hecho, Bernie marcó 24 goles entre el Clausura 2001 y la Mercosur de ese año jugando junto al Pipi. Con ellos, muy cerca quedó el delantero del objetivo que se planteó en esta nueva etapa: llegar a su centésimo gol con la camiseta azulgrana.
"Si no me equivoco, tengo ochenta y seis", hace cuentas Romeo ante Clarín. "Ojalá te pueda ayudar", devuelve Romagnoli. Juntos, como en los viejos tiempos, hablaron de este San Lorenzo al que se le está haciendo difícil coleccionar victorias. Ro-Ro, nuevamente, está en acción.
¿Qué significó para ustedes este reencuentro?
(Pipi) Nos abrazamos, hasta recordamos momentos en los que se ganaron cosas importantes. Con Bernie, nos entendemos de memoria, a pesar de que hace tiempo no jugamos juntos. Ahora tenemos que tratar de igualar o mejorar lo que hicimos juntos.
(Romeo) Pipi es un gran jugador, está muy bien, lo pusieron muy bien con el profe apenas llegó. Para mí, es una felicidad volver a compartir un equipo con él. Ojalá que nos pueda dar ese empuje que necesitamos.
¿Y se puede aspirar a recuperar aquella mística de 2001?
(Pipi) Eso es lo que buscamos. Sabemos que es complicado. No por el plantel que tenemos, sino porque hay muchos equipos buenos que pelean por lo mismo. Y uno de esos objetivos es entrar en la Libertadores. Si lo hacemos, será por una gran campaña.
(Romeo) Este es un equipo nuevo, estamos en plena formación. Pero, lógicamente, aspiramos a poder ser protagonistas como en aquel torneo. Tenemos algunos años más que entonces, pero el mismo deseo de pelear por algo.
¿Cómo observan el partido de esta noche?
(Pipi) Es bravo, porque Tigre juega bien. Lo mostró en los últimos años. Pero tampoco es que tenemos que hacer tres goles. Con uno alcanza. Así y todo, no pensamos en especular, hacer un gol y meternos atrás. No. Vamos a salir a ganarlo de entrada.
(Romeo) No es sencillo, pero vamos a tratar de no desesperarnos para evitar la ansiedad si no llega el gol en los primeros minutos. Tigre es un buen equipo, pero nosotros estamos capacitados para ganar. Sería un golpe de confianza poder pasar a la próxima fase.
Eso esperan los Santos. Y si Romagnoli y Romeo ya fueron campeones continentales, ¿por qué no soñar con segundas partes? Alguna vez, serán buenas
Viernes 15 de septiembre de 2009
Fuente: Clarin
Marianela Colipe