Romagnoli pudo volver a jugar, mostró su talento y la gente se lo reconoció. Por eso, el Pipi se siente feliz, esperando poder tener más minutos: “Me falta mucho”.
Para bien o para mal, Leandro Romagnoli siempre genera. No abundarán los críticos, pero que los hay, lo hay, sobre todo a la hora de evaluar la relación salario-prestación del Pipi. Pero a la hora de la verdad, cuando las papas queman, cualquier comentario malintencionado es enterrado por una ovación impactante. Pasan los años, pasan los jugadores pero el amor entre Romagnoli y los hinchas de San Lorenzo no se quiebra ni un ápice. Sobre todo si el 10 logra olvidarse de esa sinovitis que no le da respiro a su rodilla derecha y exhibe el talento de su botín, como en las asistencias a Guillermo Pereyra y Cristian Tula, en el segundo y el tercer gol de San Lorenzo ante All Boys. Por eso, entusiasmado, el pueblo azulgrana se conmocionó al verlo ingresar por Placente ante All Boys y, más aún, cuando fue reemplazado por Sebastián González. El Pedro Bidegain tembló como hacía tiempo no se veía en el estadio, sólo para despedir al héroe que Boedo espera. Y él lo agradece, todavía sacudido por la magnitud de la expresión de la gente: “Siempre me ovacionan y yo estoy muy agradecido. La verdad, necesitaba este mimo de la gente, porque estuve mucho tiempo afuera y necesitaba algo así”.
Lidiando semana tras semana con la aparición de líquido en la rodilla derecha, Romagnoli no baja los brazos, sabiendo que eso puede suceder, pero que lo importante es no sufrir dolor. Por eso, con el partido resuelto, Ramón decidió preservarlo para no generarle desgaste. ¿Cómo se sintió el Pipi? “Me falta mucho para ponerme bien, por eso me sirve poder ir sumando minutos”, señaló el enganche, que, con su nivel, vuelve a plantearle al entrenador la disyuntiva de incluirlo desde el vamos o no. Por lo pronto, el Pelado tendrá que esperar al menos hasta el jueves, siguiendo la evolución de Diego Placente (ver Por esa maldita...
), ya que si el lateral es baja, probablemente haya cambio de esquema para enfrentar a Boca. Por lo pronto, el Pipi contó que “Ramón me pidió movilidad y que tuviera la pelota, siempre buscando pasar al ataque con rapidez”. En ese sentido, la velocidad no fue el fuerte del Ciclón más que en el primero gol, pero la precisión de su diestra resultó clave para cerrar el resultado con jugadas de pelota parada. ¿Y ahora? “Sabemos lo importante que son los clásicos, pero tenemos que ganar siempre. La gente le quiere ganar a Boca y Huracán, pero de nada sirve ganar esos dos partidos si después salimos últimos”, afirma con contundencia el conductor natural del equipo. ¿Podrá ser titular en la Bombonera o será recambio salvador?
Archivo 31 de agosto de 2010
Fuente: Ole.
Marianela Colipe