domingo 5 de enero de 2003
Fernando Gourovich
En agosto del año pasado, a trece meses y pico de haber levantado la Copa del Mundo con los pibes del Sub 20 y tras dejar en el olvido una rotura de ligamentos que los dejó out por cinco meses, comenzó a fantasear con un deseo mayor: ser convocado, precisamente, para la Selección Mayor. En silencio, Leandro Atilio Romagnoli, más conocido como el Pipi, puso manos a la obra. Fue de menos a más. Terminó siendo importantísimo para que San lorenzo se adjudicara la Copa Sudamericana, convirtiendo un golazo en la final contra Nacional de Medellín (triunfo por 4 a 0 allá en Colombia), que hasta su entrenador, Rubén Insua, no escatimó en elogios: "El del Pipi fue un gol maradoneano".
Ahora, anda recorriendo las instalaciones de Ezeiza. Observa todo. Se presta al diálogo. Juega con sus collares. Y se ríe. Con su coequiperSebastián Saja. También con Pusineri, con el Pocho Insúa, con D'Alessandro... "¡Y cómo no voy a estar feliz de la vida! Estar en la Selección es lo mejor que te puede pasar", desliza mientras pone cara de nene pícaro.
Y enseguida nomás él mismo resume las vivencias del año que se fue: "Recuerdo que cuando empezó el 2002 con San Lorenzo salí campeón de la Copa Mercosur y enseguidita me lesioné la rodilla derecha que me dejó afuera por seis meses. Pero por suerte me recuperé, llevó su tiempo, evolucioné físicamente y cerré el año con otro título internacional".
—Y encima te llegó la convocatoria...
—Si bien en los últimos partidos terminé bastante entero y con buen ritmo, sinceramente no me la esperaba. Pero bueno, por suerte se dio y ahora hay que ponerse las pilas porque siempre quiero más. Aunque soy consciente de que acá hay muchos buenos jugadores. Por eso, me da risa cuando dicen que esta es una Selección B.
—¿Quiere decir que creés que podés tener continuidad en la Selección?
—Uno se tiene fe. Pero todo dependerá de cómo rinda. Yo creo que si a Bielsa no le gusta o no le convence como rendís, no te llama más. Y si lo conformás, sí lo hará... El cuerpo técnico nos dio la oportunidad. Ahora somos nosotros los que no tenemos que desaprovecharla.
—¿Te ves como el enganche?
—Y... pero también están el Cabezón D'Alessandro y el Pocho Insúa, que viene de hacer un campeonato bárbaro con Independiente... Vamos a ver.
—El sistema de juego que emplea Bielsa es diferente al de Insua, ¿te conviene o tenés preferencia por alguno?
—La verdad que no. Me es indistinto. Es cierto que los sistemas son distintos, pero tienen algo en común que no es poco: ambos son bien ofensivos.
—¿Sentís que en estos tres partidos tendrán mucha presión?
—Y sí. Como se suele decir: esta gira será como una prueba de fuego.
Fuente: Diario Clarin
Marianela Colipe