Martes 8 de febrero de 2000
Le hizo un gol a River y otro a Boca en las victorias del verano. Pero además se transformó en el conductor que necesitaba el equipo. Y patentó el festejo con el tatuaje de su mamá.
Leandro Romagnoli gambetea a Trotta, le mete un caño a Ledesma y define de derecha junto al palo de Bonano: San Lorenzo le ganó a River. Leandro Romagnoli apunta de derecha y dispara. Oscar Córdoba es un espectador de lujo: San Lorenzo le ganó a Boca. La historia se repitió dos veces en lo que va del año y promete extenderse. Romagnoli (18 años) y San Lorenzo van de la mano hacia un año que promete ser santo.-¿Sos el jugador de moda?-No creo. Yo trato de dar todo y de rendir al máximo cumpliendo con lo que me pide Ruggeri. Es un orgullo que hablen bien de mí pero no puedo creérmela por lo que dicen.-¿No tenés miedo de que ésta sólo sea una racha de verano?-Uno siempre piensa que los buenos momentos son eternos. Ojalá esto siga en el campeonato. Es cierto que hasta ahora sólo han sido amistosos, pero igual son una buena medida.-Y ahora sos goleador.-No es mi fuerte pero estoy más cerca del gol. Espero que sirva para ganar el Clausura. Yo creo que si seguimos con estas ganas, no es un imposible.-También pateás los tiros libres.-Antes no lo hacía porque no tenía la confianza que me da Ruggeri. Me la paso practicando después de los entrenamientos para perfeccionar el remate. Y por suerte la cosa viene mejorando.-¿Sentís que hay diferencia con el resto de los equipos debido a la preparación que hicieron en esta pretemporada?-Creo que va a ser muy importante pensando en lo que viene en este año, en el que vamos a tener que jugar muchos partidos. Esta pretemporada fue mucho más dura que la pasada y eso se refleja en estos partidos donde sacamos una diferencia con respecto al resto.-¿Qué tan importante es Ruggeri para este momento?-Oscar me da libertad y eso es bárbaro. La única obligación que tengo es seguir al cinco cuando no tenemos la pelota. La confianza que me da es importantísima. El me dice que encare y que me tire para atrás para tener más panorama. Yo trato de cumplir todo lo que me dice porque por algo logró la trayectoria que tiene.-¿No sentís que el equipo depende demasiado de vos?-San Lorenzo depende de lo que hagamos todos. Los partidos los ganan y los pierden los once. Que la pelota pase más por mí es una circunstancia. La posición que ocupo en la cancha tiene mucho que ver porque soy el enganche del equipo. Pero que quede claro que no me siento solo en la conducción del equipo.-¿Qué le podés decir a la gente de San Lorenzo que el año pasado llenó las canchas y se ilusionó en los dos frentes pero después se quedó con las manos vacías?-Que sigan acompañándonos. Nos van a pedir más porque no se van a conformar con un tercer o cuarto puesto. Nosotros lo sabemos muy bien. Pero está claro que nosotros tampoco queremos quedarnos otra vez con las manos vacías.-Llamó mucho la atención el modo de festejar tus goles (se levanta la camiseta y muestra el tatutaje de la cara de su mamá que se hizo en el pecho).-El tatuaje es porque la amo y cada vez que hago un gol se lo dedico.-¿Qué te dijo cuando te lo vio?-Primero me preguntó si estaba loco. Pero cuando se dio cuenta de que lo que hice me va a quedar por el resto de mi vida, se emocionó.
Fuente: Diario Clarin.
Marianela Colipe