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"Fue una charla para levantar el ánimo"

FUTBOL PROFESIONAL. Leandro Romagnoli contó este mediodía de qué se trataron las palabras de Ramón Díaz al término de la práctica. Además, coincidió con el DT con respecto a la deuda con el hincha: "Le estamos debiendo mucho a la gente".



Buenos Aires. Luego de la práctica de esta mañana, Ramón Díaz juntó al plantel para hablar durante más de 10 minutos. “Fue una charla pare levantar el ánimo porque esperábamos pelear hasta el final y hoy estamos lejos”, contó Leandro Romagnoli luego.
El Pipi se mostró dolido por la manera en que se perdió en sarandí: “Era un partido que lo ganábamos 1 a 0 y estaba controlado, pero en el segundo tiempo no entramos bien, nos empataron y después nos ganaron el partido cuando ya había pasado el tiempo reglamentario. Eso duele”. 
Al momento de la autocrítica el ‘10’ dijo: “Creo que nos falta un poquito de todo. No sé si faltó actitud, el jugador de San Lorenzo siempre la tiene. El problema es que cuando te supera el rival parece que no tenemos actitud”. Y metió su cabeza en lo que viene: “Sería lindo para la gente sumar los puntos que quedan y acercarnos a la clasificación para alguna Copa. Tenemos la revancha el próximo domingo frente a Newell’s y sabemos que le estamos debiendo mucho a la gente”. 
Como referente del plantel, el enganche se refirió a la continuidad del técnico, quien no aseguró si seguirá en el cargo el año que viene. “Ojala que se quede. Es un gran técnico y le aporta mucho a este grupo. No nos dijo nada, eso es una decisión que depende de él y de la dirigencia”. 
Claro que Romagnoli sabe que en el medio habrá elecciones para renovar las autoridades del Club. “Sabemos que son en diciembre. Lo importante es tenerlas al margen de lo futbolístico aunque a veces no se puede y el tema se instala en el vestuario”, confesó. 
Y también dejó su opinión sobre las exclusiones de Rivero y Balsas: “Se extrañan porque son grandes jugadores, le aportan mucho a este grupo y son grandes personas. Pero es el técnico el que elije y tiene que poner al que esté mejor. Si decide que uno no tiene que estar, hay que seguir entrenando para mejorar y volver a tener una oportunidad”. 

Fuente: Psl

Marianela Colipe

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"Acá hay que pelear campeonatos"

FUTBOL PROFESIONAL. Leandro Romagnoli dejó en claro que en San Lorenzo el objetivo siempre es ir por la gloria. Sin embargo, afirmó que "saliendo segundos o terceros cumplimos el objetivo que tenemos ahora". Dijo que se sintió cómo por izquierda.



Buenos Aires. Ya está. El máximo compromiso que San Lorenzo tiene al comienzo de cada torneo quedó nuevamente trunco. El campeonato quedó lejísimos y el equipo no juega bien. Por eso ya se habla del armado del plantel para el año que viene, algo que quizá sea apresurado. Leandro Romagnoli, referente azulgrana, dijo este mediodía: “Venga quien venga, esto es San Lorenzo y acá hay que pelear los campeonatos”. Claro que también se refirió a lo que queda de este Apertura a la nueva meta que el grupo se impuso: “No estamos tan abajo como el torneo pasado, pero tenemos que terminar lo más arriba posible. Saliendo segundos o terceros cumplimos el objetivo que tenemos ahora”. 
El Pipi opinó que en el clásico ante Independiente se vio una mejoría en el juego. “Jugamos mejor que frente a Huracán, pero lo negativo es el resultado. Teníamos todo dado para ganar y no se pudo”, analizó el enlace. 
Sobre su posición como volante por izquierda, sostuvo: “Me gusta jugar por ese sector. Me siento un poco cansado por tanto ida y vuelta pero no hace falta aclarar que soy enganche”. Y agregó: “El cansancio que tuve fue por el calor que hacía. Yo me siento bien en lo físico”. 
Hace más de un año que el ‘10’ no festeja un gol propio (el último fue el 4 de octubre de 2009 ante River), pero no se preocupa. “El gol es lo más lindo que le puede pasar al jugador, pero no me desespero por hacer goles aunque sé que es importante. Mientras que el equipo gane lo demás no me importa”, expresó. 
Antes de retirarse, Romagnoli dejó su visión de lo que será el encuentro ante Argentinos: “Va a ser un partido complicado. Ellos se agrandan en su cancha y vienen de ganarle a Boca en la Bombonera y eso les da un envión anímico muy importante”. 

Fuente: PSL

Marianela Colipe

Uno de los que se salva en este lío

A pesar de sus limitaciones físicas, Leandro Romagnoli se convirtió en el más destacado de este San Lorenzo que deambula por la mitad de la tabla. La gente reconoce su entrega.




Llegó proveniente de Europa con los pergaminos de aquel crack que brilló en su primera etapa con la camiseta azulgrana, pero con varias lesiones en su rodilla. Esto último, hacia suponer que no iba a recuperar el nivel que tuvo en los primeros años de la década. Adaptarse a nuestro fútbol y esperar la evolución de su grave lesión, era uno de los máximos desafíos de su carrera.

En la primera temporada, el Pipi casi no tuvo rodaje y fue cuestionado por aquellos que en un primer momento pensaron que “volvía para retirarse”. A comienzos de este año, fue operado una vez más y era cuestión de esperar su evolución, ya que el hincha quería verlo adentro de la cancha mostrando su magia.

La primera pretemporada completa la realizó en junio de este año, donde el cuerpo técnico lo llevó de a poco para poder contar con el único jugador en ese puesto (a Seba González no lo tienen en cuenta). Con el correr de los partidos, el enganche fue encontrando su punto máximo, hasta convertirse en el único jugador que se salva de los insultos y silbidos.

Todavía con mucho más para rendir, Romagnoli se transformó en la manija del equipo y genera las situaciones más peligrosas del Ciclón. Queda demostrando adentro de la cancha que no tiene un compañero con quien jugar una pared. Abusa de la jugada personal porque le falta un socio.

Desde hace varios partidos, el 10 es figura siempre. A tal punto, que en la derrota frente a Huracán, fue ovacionado su nombre, cuando el resto fue silbado. Esta actitud se repitió en todos los encuentros posteriores.

Ante Arsenal, volvió de una distensión que lo alejó de las canchas por 15 días y se puso el equipo al hombro. Una vez finalizado dicho cotejo, el público volvió a manifestarse a favor de él, mientras que por primera vez el resto fue insultado duramente.

Todos son conscientes que todavía no encontró su plenitud física, pero se le reconoce el esfuerzo de ir siempre para adelante. Adentro y afuera de la cancha demuestra por qué es el único ídolo.
Fuente: PSL

Marianela Colipe

"Cansa el circo detrás del fútbol"

Una charla apasionada con el crack de San Lorenzo; quería ser abogado, pero la pelota le ganó al estudio; ahora, agotado por la histeria, llegó a pensar: "esto no es para mí"; aquí, su otra historia... 



Por Ariel Ruya / LA NACION  
31 de Octubre de 2010 - 23:21

No es el mismo. De aquel pibe de gambeta irreverente, que esquivaba adversarios como si se trataran de sombras, a este hombre de habilidad pulida en el tiempo, hay algo más que diez años. Doce, en realidad: cumplirá en un mes ese lapso desde su presentación. Leandro Romagnoli no es el mismo. A los 29 años, su historia futbolera es conocida, matizada de San Lorenzo, clase personal, títulos locales e internacionales, y lesiones de variados colores. Su otra vida es la que expone ahora. "Soy el mismo, aunque más maduro. Aprendí de las adversidades", expresa. A corazón abierto, el esposo de Celeste, el papá de Martina y Mía, sentado en un rincón de la Ciudad Deportiva, relata su otra historia. La verdadera. "Soy una persona tranquila. Estoy en casa, siempre en Parque Chacabuco, con amigos, con la familia. La única diferencia con otra gente es que yo soy futbolista. Me gusta estar con los míos y hago lo que todo el mundo: miro partidos, también veo los chimentos y lo que pasa en el país", cuenta. Y abre su mundo, más allá del convulsionado universo del Ciclón. Detrás de tatuajes y amagos, el otro Pipi.  
"Jamás leí un libro, no me gusta, qué le puedo hacer? Todos me preguntan lo mismo: « ¡¿Cómo puede ser que nunca leíste nada?!», me dicen. Ni en la mesita de luz tengo uno; mi señora, en cambio, lee bastante. Soy de la generación de la PlayStation, como muchos dicen? ¿Ir al cine? Y? me tienen que decir, «ésta es buena», si no, no es algo que me fascine", explica a LA NACION el hombre de la 10 en la espalda. La charla apenas empieza.  
-Parecés otro. ¿Más maduro?  
-La vida te va cambiando. La experiencia y saber aprovechar los lugares en donde estuve. Aprendí mucho afuera: compañeros, amigos, lugares. Soy más grande, soy diferente. Haber estado en Europa y en México me hizo valorar otras cosas, ser más maduro. Yo creo que mi mayor virtud es no ser cerrado. Si veo que está mal algo que hago, escucho. Y trato de cambiarlo.  
-Y en ese cambio, ¿hay lugar para atender a los violentos? ¿Es normal perder y dar explicaciones?  
-Cansa el circo que está detrás del fútbol. Los hinchas, la violencia. Cansa, pero te acostumbrás. En frío, es obvio: si hoy no jugaste bien, como el otro día el clásico con Huracán, y vienen y te critican? molesta. O cuando tuviste un buen partido, resulta que sos el mejor. Te desgasta, pero se sabe que es parte del fútbol argentino. En Europa no es así, se termina el partido y cada uno a su casa. No hay peleas ni reproches. No es lo ideal? es lo que hay. Hay que adaptarse.  
-¿Te duele lo que pasa?  
-Acá la gente me dio cariño, pero si las cosas no salen bien, te critican, te reprochan. No hay que llevar esto al extremo, a la muerte. Sería una locura. Uno se acostumbra.  
-¿Y cuál es el límite?  
-A veces te dan ganas de largar todo, de dejar. De decir: esto no es para mí. Te agarra esa locura: hay momentos que no lo aguantás, no lo soportás. Pero después pensás: hago lo que me gusta, entreno, juego los fines de semana. Hay momentos malos y buenos, hay que entender eso.  
-La pasión, que dicen?  
-Yo entiendo la locura de todo esto, pero la pasión por el fútbol es más fuerte. Es lo que me gusta.  
Romagnoli es Pipi, para siempre. Sin embargo, cuando habla, cuando dice lo que dice, parece otro. Más experimentado que lo que expresa su documento. No sólo entiende el juego de la pelota: se anima a describir el juego de la vida. Como cuando cuenta, por ejemplo, que quería ser abogado. "Pero con el tiempo me di cuenta de que no era para mí. Si tenía que estudiar y terminé sólo la primaria. Sólo hice el primer año de la secundaria; me costaba mucho. Ni soñé con la facultad? El fútbol me salvó. Y voy a seguir en esto. Voy a empezar el curso de técnico, seguramente el año que viene", lanza, mientras traza imaginariamente un pizarrón de pases cortos.  
-¿Y hay lugar para la diversión todavía?  
-Disfruto más del juego ahora que antes. Cuando sos más chico, estás más ansioso, porque pensás en la responsabilidad, en el futuro, en tratar de salvarte porque sabés que no tenés estudios, y el fútbol es tu salvación. Eso te pesa de chico. Ahora estoy más maduro, es la experiencia.  
-Pero si no cumpliste 30?  
-Si le preguntás a cualquiera, tener 29 años es ser un pibe. Pero en el fútbol es todo lo contrario. Hay algunos que dejan a los 30, depende del físico de cada uno. En Italia, hubo casos de futbolistas que llegaron a los 40 años. Yo voy a ser el primero que me dé cuenta cuando no pueda jugar más: cuando no pueda correr a nadie o controlar la pelota. Ojalá que falte mucho para eso.  
De esa gambeta depende, Leandro. Y de esa madurez, según pasan los años...




Fuente: Diario La Nación.

Marianela Colipe




"De diez clásicos, San Lorenzo gana nueve"

El único jugador que se salvó de los abucheos del domingo, relativizó la derrota frente a Huracán y aseguró que no volverá a repetirse un resultado similar. “Le debemos un triunfo al hincha”, sostuvo.



Una vez finalizado el clásico frente al equipo de Parque Patricios, el hincha que alentó sin parar durante todo el partido, coreó solamente su nombre marcando lo que se había gestado durante los 90 minutos. Leandro Atilio Romagnoli se transformó en el emblema del equipo, siendo el único que intentó hacer algo diferente.

Esta mañana, el enganche dialogó con la prensa donde comenzó hablando del estado de ánimo que afecta al plantel, luego de la derrota: “Queda una sensación fea, estamos muy tristes. Sabíamos que era un partido clave por tratarse de un partido tan importante. Nos pegó duro la derrota, pero lo lindo es que el sábado tenemos una revancha. Le debemos un triunfo a la gente. Hay que salir adelante”.

A la hora de hablar sobre el derby, al surgido de la cantera le salió al hincha de adentro y dejó claro que es “el clásico mas desparejo del futbol argentino y hasta del mundo. De diez partidos que se juegan, San Lorenzo gana nueve. En el vestuario vimos a muchos chicos tristes. Era el partido que todos queríamos jugar”.

Sobre la charla del domingo a la noche con referentes de la hinchada, el Pipi desdramatizó la situación y dejó claro que “hay acostumbrarse a como es el futbol. Cuando perdés un clásico las cosas no van bien y vienen a ver que pasó. Es mentira que nos apretaron, solo vinieron a conversar con nosotros. Acá no va a pasar lo mismo de Tristán Suárez, los hinchas que vinieron no agredieron a nadie”.

“La actitud está en todos los partidos. Huracán no tuvo más huevos que nosotros, le salieron las cosas en el momento justo y por eso ganaron. Ellos no jugaron mejor, en el primer tiempo hicieron el gol y nada más. Fueron efectivos”, de esta manera analizó el partido, aclarando que el Ciclón merecía mas.

El único jugador ovacionado una vez finalizado el encuentro se mostró muy “agradecido a la gente. Todos terminan hablando del apoyo de la gente una vez que terminó el partido. Así que esa actitud del hincha nos da muchas ganas de salir adelante. Estamos bien con ellos, saben que dejamos todo”.

Queda claro que cuando se pierde un partido tan importante por goleada, el entrenador decide dar un golpe de timón y en distintos medios circuló la versión que algunos jugadores no seguirán en el equipo titular. Leandro Romagnoli dejó en claro su postura: “Lo tomamos como las cosas que se dijeron. Por ahora es mentira. Si alguno tiene que salir del equipo lo hará, pero como van a decir que hay jugadores que van a pagar la derrota si no hicimos ninguna practica de futbol”.

Siguiendo con la tónica de bajarle los decibeles a la cancha con miembros de la barra, aseguró que  “Ningún dirigente se hizo presente. Fue distinto a lo que pasó con el Papu Gómez. Acá no pasó nada, por eso no pretendemos que vengan”.
Sin fuente.

Marianela Colipe

"No se va a volver a repetir lo del 2008"

FUTBOL PROFESIONAL. Ante los rumores de cierto malestar entre Ramón Díaz y algunos jugadores, Leandro Romagnoli salió a tratar de calmar las aguas y separó la situación actual del anterior ciclo del DT en Boedo. Sobre el partido dijo que "la actitud siempre está".



Buenos Aires. En medio de informaciones que sostienen un malestar de Ramón Díaz con algunos jugadores producto de la penosa derrota en el clásico barrial, Leandro Atilio Romagnoli, el único aplaudido por la gente al final del encuentro, salió a desmentir algunas cosas ante los medios y para alejar cualquier fantasma sostuvo que esta situación no es similar al conflicto del 2008. 
¿Qué sensación quedó después de la derrota en el clásico?
Una sensación fea. La verdad es que estamos muy tristes, no esperábamos ese resultado. Para nosotros era un partido clave porque nos jugábamos dos cosas: el clásico y descontarle puntos a los de arriba que habían dejado puntos. Nos pegó duro la derrota, pero lo lindo de esto es que el sábado tenemos otra revancha, el clásico contra Independiente. Sabemos que le debemos un triunfo a la gente. 

¿Entendes que venga gente a pedirles explicaciones por la derrota?
Creo que hay que acostumbrarse a cómo es el fútbol argentino. Primero a cómo se juega, que se cuida más primero el arco de uno y no ir a buscar el arco rival. Y también como se vive el fútbol acá afuera de la cancha. Cuando perdés un clásico o las cosas no van bien, te vienen a pedir explicaciones, ya sabemos cómo es, y si las tenemos que dar lo vamos a hacer como lo hicimos el otro día. Vinieron a ver qué había pasado, no nos apretaron, es mentira todo eso que se habló. 

¿Existió algún tipo de advertencia de que si las cosas siguen así puede empeorar la situación?
No porque las veces que ganamos los clásicos nosotros no los llamamos a ellos para decir que ganamos 4 o 5 a 0. Ellos vinieron a ver qué había pasado y si hubo algún problema. Le dijimos que no, que fue un partido raro. Nada más, no hubo amenazas. Terminamos de hablar y nos dimos la mano. 

¿Algún dirigente se les acercó para hablar sobre este tema?
No porque no pasó nada. Había gente de seguridad y vieron cómo estábamos hablando normalmente, no hubo ningún problema. 

¿No les da miedo que pase como ocurrió en Tristán Suárez, que fueron hinchas a pedir explicaciones pero estaban armados y les dispararon?
Si me decis que puede llegar a pasar obvio que sí, pero acá no va a pasar eso. Acá ninguno de la hinchada vino armado ni nos quiso pegar, eso acá no pasó. Vinieron a pedir una explicación. 

¿Sentís que si juegan el partido diez veces más no lo pierden?
Es el clásico más desigual del fútbol argentino, hay entre 30 y 40 partidos de diferencia. De diez partidos que se juegan, San Lorenzo gana nueve o los diez. Por uno que perdimos tampoco hay que dramatizar tanto. Sí somos concientes que se perdió un clásico. Si entrás al vestuario ves a muchos chicos tristes todavía. Nos encontramos con un equipo al que le salió todo, que no hizo mucho y lo poco que hizo lo concretó. Nosotros manejamos la pelota los 90 minutos y no le pudimos entrar. Creo que si jugábamos dos horas más no íbamos a hacer un gol. Si nos preguntan, queremos volver a jugar ya el partido, pero ya pasó. 

La gente reprochó principalmente la actitud del equipo, ¿el plantel hizo una autocrítica interna?
La actitud siempre está, no creo que Huracán haya jugado con más actitud sino que le salieron mejor las cosas. San Lorenzo lo fue a buscar siempre, empatando 0 a 0, perdiendo 1 a 0, 2 a 0 y perdiendo 3 a 0. 

¿Es cierto que la charla de Ramón en el entretiempo fue muy dura?
No, se inventan muchas cosas. No pasó nada de eso. En el entretiempo habló Ramón, dijo que teníamos que mejorar un poquito y nosotros sentíamos que lo podíamos empatar. Cuando empezó el segundo tiempo, estábamos manejando la pelota y nos hacen el segundo gol y eso nos mató psicológicamente. Después lo fuimos a buscar, pero vino el penal y ahí sí se terminó el partido. 

¿Por qué crees que la gente sólo te aplaudió a vos cuando terminó el partido?
No lo sé. Siempre dije que estoy muy agradecido con la gente de San Lorenzo. Todo el mundo está hablando de cómo se quedó alentando la gente después del partido aún habiendo perdido 3 a 0. 

En los últimos años, cuando San Lorenzo viene bien y después se cae siempre aparece el malestar de la gente, ¿crees que esto ya es una costumbre en San Lorenzo?
No lo sé. Yo volví hace un año, pero cuando estaba afuera siempre lo seguía y sé lo que pasó con el tema de la Copa, pero no creo que esta vez sea así. Nosotros estamos bien con la gente, ellos saben que dejamos todo siempre y esperamos que el sábado nos apoye. 

Recién hacías referencia a la Copa del 2008 y en ese plantel hubo diferencias entre algunos jugadores del plantel y el cuerpo técnico que es el mismo de ahora, ¿se piensa en que la historia se puede volver a repetir?
No, sé que esto es un club grande y no se va a volver a repetir. No sé que habrá pasado en ese momento porque yo no estaba, pero ojalá que no se repita porque fue feo cómo se vio desde afuera. 

Está lejos el campeonato, la Copa, ¿cómo se mentaliza un jugador en esta situación hasta el final?
Con vestir la camiseta de San Lorenzo es suficiente. Este es un club grande y cualquier jugador que juegue tiene que rendir, no pasa por si estás lejos o cerca, siempre hay que dar los mejor. 

¿Cómo tomás que se esté hablando de que Ramón va a sacar a algunos jugadores del equipo titular?
Lo tomamos como tomamos todas las cosas que se dicen, como una mentira. Por ahora no se habló nada de eso. 


Fuente: Psl

Marianela Colipe


“Necesitaba algo así”

Romagnoli pudo volver a jugar, mostró su talento y la gente se lo reconoció. Por eso, el Pipi se siente feliz, esperando poder tener más minutos: “Me falta mucho”.



Para bien o para mal, Leandro Romagnoli siempre genera. No abundarán los críticos, pero que los hay, lo hay, sobre todo a la hora de evaluar la relación salario-prestación del Pipi. Pero a la hora de la verdad, cuando las papas queman, cualquier comentario malintencionado es enterrado por una ovación impactante. Pasan los años, pasan los jugadores pero el amor entre Romagnoli y los hinchas de San Lorenzo no se quiebra ni un ápice. Sobre todo si el 10 logra olvidarse de esa sinovitis que no le da respiro a su rodilla derecha y exhibe el talento de su botín, como en las asistencias a Guillermo Pereyra y Cristian Tula, en el segundo y el tercer gol de San Lorenzo ante All Boys. Por eso, entusiasmado, el pueblo azulgrana se conmocionó al verlo ingresar por Placente ante All Boys y, más aún, cuando fue reemplazado por Sebastián González. El Pedro Bidegain tembló como hacía tiempo no se veía en el estadio, sólo para despedir al héroe que Boedo espera. Y él lo agradece, todavía sacudido por la magnitud de la expresión de la gente: “Siempre me ovacionan y yo estoy muy agradecido. La verdad, necesitaba este mimo de la gente, porque estuve mucho tiempo afuera y necesitaba algo así”.
Lidiando semana tras semana con la aparición de líquido en la rodilla derecha, Romagnoli no baja los brazos, sabiendo que eso puede suceder, pero que lo importante es no sufrir dolor. Por eso, con el partido resuelto, Ramón decidió preservarlo para no generarle desgaste. ¿Cómo se sintió el Pipi? “Me falta mucho para ponerme bien, por eso me sirve poder ir sumando minutos”, señaló el enganche, que, con su nivel, vuelve a plantearle al entrenador la disyuntiva de incluirlo desde el vamos o no. Por lo pronto, el Pelado tendrá que esperar al menos hasta el jueves, siguiendo la evolución de Diego Placente (ver Por esa maldita...
), ya que si el lateral es baja, probablemente haya cambio de esquema para enfrentar a Boca. Por lo pronto, el Pipi contó que “Ramón me pidió movilidad y que tuviera la pelota, siempre buscando pasar al ataque con rapidez”. En ese sentido, la velocidad no fue el fuerte del Ciclón más que en el primero gol, pero la precisión de su diestra resultó clave para cerrar el resultado con jugadas de pelota parada. ¿Y ahora? “Sabemos lo importante que son los clásicos, pero tenemos que ganar siempre. La gente le quiere ganar a Boca y Huracán, pero de nada sirve ganar esos dos partidos si después salimos últimos”, afirma con contundencia el conductor natural del equipo. ¿Podrá ser titular en la Bombonera o será recambio salvador?

Archivo 31 de agosto de 2010
Fuente: Ole.

Marianela Colipe

"Quiero revancha conmigo mismo"

Romagnoli ballata contra las lesiones y, a un año de su regreso al club, va de a poco. "Mi ilusión es jugar".



La pregunta más recurrente desde que San Lorenzo volvió a las prácticas, aquel ya lejano 14 de junio, está vinculada a un protagonista excluyente: Leandro Romagnoli. Todo el que se precie de tener alguna vinculación, ya sea directa o indirecta, de amor u odio, intenta averiguar “¿cómo está el Pipi?”. El, máximo ídolo de este juvenil plantel de San Lorenzo, más aún tras la partida de Bernardo Romeo, lucha contra su rodilla derecha. Y está bien. Marcha a buen ritmo la recuperación de la sinovitis que lo dejó afuera del Clausura pasado mucho antes de su finalización. Por eso, luego de otra dura rutina de entrenamiento en doble turno, el Pipi se relaja y, sin hielo en la pierna, algo habitual no sólo en él en esta etapa de trabajos, dada la exigencia que el Profe Dean pautó para los trabajos de San Lorenzo, acepta conversar con Olé sobre su tortuoso pasado reciente, y también acerca de la ilusión que le genera esta nueva etapa que comenzó con Ramón Díaz al frente de una plantilla sedienta de revancha. Entendiendo la ansiedad de su público, Romagnoli mete primera y cuenta que está “bien, no me duele la rodilla. Ya desde la etapa en Salta me estoy entrenando en doble turno, a la par de mis compañeros”.
-Van dos recesos en los que no te tomaste vacaciones, recuperándote de la operación y luego de la sinovitis, ¿cómo juega eso en la cabeza de un jugador? -Uno siempre se pone triste. Más porque veía que no podía ayudar desde adentro y ni siquiera desde el banco. Eso es complicado. Como también el hecho de no poder entrenar todos los días con los compañeros. Pero, bueno, uno lo va superando con la familia, entrenando a full con los kinesiólogos, los médicos... Por suerte hoy estoy bien, tranquilo, no me duele y eso es lo que queríamos.
-¿Qué te generan las críticas sobre tu falta de competencia? -Desde que llegué, por ahí uno escuchó cosas buenas y también malas. Sabemos cómo es el fútbol en todos lados. Eso lo dejo al margen. Lo único que puedo decir es que quiero revancha conmigo mismo, porque jugué poco desde que llegué y siempre quiero estar. Ojalá que este semestre sea una revancha.
-Pero a la vez, sin Romeo, sos el máximo referente dentro de este plantel y la gente te va a exigir en consecuencia, ¿cómo tomás eso? -Con mucha alegría. El cariño que me dan desde que regresé siempre traté de devolverlo dentro de la cancha. Pude hacer un gol con Estudiantes, el año pasado, meter un par de partidos buenos, y después me lesioné y ya no pude jugar. Por eso quiere tener la posibilidad de devolver todo en la cancha.
-Y aunque ahora se ve que estás completando todos los entrenamientos, también hacés algunos trabajos aparte del plantel para seguir fortaleciendo la zona, ¿la sinovitis puede volver a dejarte afuera? -En una rodilla operada uno no sabe: se puede generar líquido como no. Pero también puede generarse líquido y que no me duela. Por suerte, aunque a veces me pongo hielo, no me genera dolor, y por eso me entreno normalmente. Lo malo sería que doliera o que el líquido pusiera tensa la rodilla. Ahora no me duele, estoy bien de músculos, espero seguir así.
-Buscando esta mejoría no tuviste descanso, ¿cómo fueron esas horas de trabajo en soledad? -Sí, otra vez no tuve vacaciones, pero es lo que tenía que hacer para poder jugar. Fue dura.
-¿Qué se puede esperar de vos para este semestre? -Nunca prometo ni goles ni títulos, porque las cosas pueden no salir. Pero tanto yo como el grupo siempre vamos a dejar todo adentro de la cancha.
-Pero sos consciente de que el equipo es uno con vos y otro sin vos, ¿eso te genera presión extra? -Presión no. Mi ilusión es jugar, estar ahí adentro. Después, jugar bien o mal es una circunstancia del partido. Si no puedo estar de entrada, aunque sea quiero poder ayudar desde el banco. Desde afuera no se puede ayudar...
-Ya sin Romeo en el plantel, con el regreso de Tula, ¿qué papel jugás en un grupo repleto de juveniles, sabiendo que sos el que más conoce el club? -Me acuerdo de que hace diez años vos subías a un plantel de 20 ó 25 profesionales, y 20 de ellos eran grandes, de experiencia. Ahora es todo lo contrario: encontrás un plantel con muchos chicos y hay que saberlo llevar. Es complicado tal vez decirles algo a todos, pero hay varios jugadores con experiencia, como Botti, Rivero, Tula, el Loco... Entre todos tratamos de guiar.
-¿Y cómo te cayó a vos la forma en la que se fue Romeo? -Me sentí un poco triste, como todos. A Bernie lo conozco desde el 98, cuando yo recién empezaba a jugar en Primera y el venía de Estudiantes. Tuvimos años muy buenos, salimos campeones, y después volví y él estaba. Igual sabemos que en el fútbol un día estás y otro no. Me pone triste por él; si me preguntan yo quiero que esté.
-Viendo la demora en la llegada de refuerzos, las partidas, los conflictos económicos, ¿para qué puede estar este San Lorenzo? -Este equipo siempre tiene que pelear. A veces puede estar mejor armado y, aunque este año no sea así, no puede ser la excepción. Esperamos los refuerzos, pero si no llegan pelearemos los que estamos.
-Vos sos de los que no conocía a Ramón, ¿qué impresión te dejó en estas semanas? -Aporta mucho por experiencia, por lo ganador que es. Esperamos aprovecharlo. Está a la vista lo que movió cuando se hablaba de que iba a volver a la institución. El le da más categoría a un club tan importante como San Lorenzo.

Archivo 23 de julio de 2010
Fuente: Ole.

Marianela Colipe

¡Y volvió Pipi cucú, nomás!

Romagnoli reapareció y fue clave: dos asistencias, una grata performance, y ningún rastro de la lesión. De 10.



En la previa del anterior torneo, Leandro Romagnoli le decía aOlé que quería ser el mejor refuerzo del equipo. Lógico, venía de un semestre final de 2009 con nulo rodaje, producto de una sinovitis en la rodilla izquierda, la misma lesión que no le permitió cumplir su deseo, finalmente, en el Clausura de este año: apenas ocho partidos, ningún gol, bajos rendimientos. Para este campeonato, pues, el Pipi volvió a tunearse, empezó jugando el Torneo de Invierno, completito, incluso fue parte del 11 del debut ante Gimnasia. Pero jugó mal, y jugó solamente 55 minutos. Otra vez líquido en la rodilla. Otra vez el bajón. Y el banco ante Godoy Cruz y Racing. Y ayer. Hasta que se lesionó Placente, a los 10’ de juego nomás, y Romagnoli, ahora sí, fue Romagnoli. Pasador top, le puso la bocha en la cabeza primero a Pereyra y después a Tula, para el 2-0 y el 3-1, respectivamente.
Pero, amén de las asistencias, estuvo Pipi cucú porque mostró algunas de sus pinceladas habituales, características, de ésas que hacía rato no se le veían. Manejó los tiempos del equipo, aceleró cuando debió cambiar la marcha, gambeteó, fabricó foules (hizo, de hecho, amonestar a Sánchez, luego expulsado) y, quizá lo más importante, terminó el partido sin exhibir rastros de su lesión en la rodilla. Semejante performance generó que Ramón, pícaro, lo sacara a los 38’ del ST simplemente para que recibiera el premio más deseado: la ovación de los hinchas, esos fans que no en vano lo siguen idolatrando...

Archivo 29 de agosto de 2010
Fuente: Ole

Marianela Colipe

"Quiero ser el mejor refuerzo"

Domingo 10 de enero de 2010

Romagnoli, en la recta final de su puesta a punto, dice que la operación de rodilla fue "una boludez". Espera estar cero kilómetro para la segunda fecha y ser el 10 que el equipo necesita.ANDRES GOMEZ FRANCO | afranco@ole.com.ar




Leandro Romagnoli sigue siendo un inmaculado para quienes portan sangre azulgrana. Porque es canterano, porque fue campeón local e internacional, porque pegó la vuelta al barrio antes de estar de vuelta, previo a la sospechosa franja de los 30 pirulos, y porque juega de 10, y con los 10 resulta más fácil encariñarse, tenerlos en el póster de la pieza. Unico jugador de este plantel, junto a Romeo, con credencial de ídolo, el Pipi recibe muestras de afecto full time en La Feliz, en la puerta del Sheraton, adentro, en el predio del Ciclón de Mar del Plata, fotito, un garabato en el papel o la camiseta... "Me quiere la gente. Y yo valoro el reconocimiento. Lamenté mucho que la última vez que fuimos con Bernie a firmar autógrafos a la sede de Avenida La Plata se hayan quedado varios hinchas sin un autógrafo. Pero se hizo imposible cumplir con la tremenda cantidad que había venido... Al menos espero que, como compensación, podamos regalarles otro título este año", le comenta a Olé el enlace, quien se viene recuperando de una limpieza de rodilla en forma notoria. Enhorabuena, pues por semejante evolución es que hoy concentra y trabaja junto al resto del plantel, cuando todo parecía indicar que se quedaría recuperándose en Capital.

-¿Esperabas estar en Mar del Plata o te imaginabas en Buenos Aires durante enero?

-No, esperaba estar acá porque sabía que los tiempos daban. Me operé a principios de diciembre y la recuperación para volver a jugar era de un mes y medio, así que sabía que iba a estar acá.

-¿Entonces vas a estar para el inicio del campeonato?

-Yo pienso que sí. Llevo poco más de tres semanas, me quedarán, como mucho, tres semanas más. Pero terminando enero ya voy a estar bien.

-Igual vas a ir de a poco, no a la par del resto.

-La primera semana fui despacio, continuando con lo que venía haciendo en diciembre. Aunque, en ésta, creo que ya voy a poder seguirle el ritmo al grupo. Vamos a ir viéndolo. A lo sumo recuperaré la parte física fuerte que me pierda acá, en Buenos Aires, trabajando una semana en forma diferenciada. Pero como mucho me perderé el primer partido. La idea es no adelantarnos y salir a la cancha con los diez puntos.

-¿A dónde te fuiste en estos días de descanso?

-Al consultorio del kinesiólogo me fui de vacaciones, je. Estuve durante todo diciembre yendo a la Ciudad Deportiva a tratarme la rodilla y viendo al médico. Y si no iba, hacía los ejercicios en casa: elástico, pesas... Pero no me quejo, al contrario. Era lo que quería hacer: mi prioridad era recuperarme perfectamente de la operación. Así que sólo me fui un fin de semana a Pinamar, para sacar a la familia un poco.

-Apenas una escapada, ¿no necesitabas desconectar más tiempo?

-Es que, más allá de que se dio el tema de la rodilla, no tenía nada programado para el verano. Como hacía mucho que venía viajando, que no estaba mucho en Argentina, tenía ganas de quedarme en mi casa, tranquilo.

-¿Te sorprendió el problema en la rodilla o era algo que sabías que podía suceder?

-Nooo, me sorprendió. Nunca te imaginás ir a una operación. Aunque sabés que te puede pasar, porque es parte del fútbol. Yo estaba muy bien en Portugal, nunca me había pasado nada en tres años. Y en el otro año que estuve afuera, que fue en México, tampoco. Todo empezó acá, contra River, cuando, faltando diez minutos, ya ganando 2-1, me empezó a molestar la rodilla en el costado. Y en la semana me dolía más y...

-¿Y era un resabio de la rotura de ligamentos cruzados que habías sufrido en 2003?

-Dicen que cuando te operás de los cruzados siempre alguna cosita queda, y es necesario hacer una limpieza después de un tiempo. Y yo estuve seis años sin abrir la zona, así que... La cosa es que lo hicimos, sacamos un pedacito de cartílago que se me había desprendido, y volví a jugar. Pero la herida nunca cicatrizó como debía, y empecé a sufrir dolores nuevamente. Así que me abrieron otra vez y en esta ocasión sí se limpió muy a fondo y se esperó a que cerrara bien la herida. 

-Tuviste un par de buenos partidos, contra Estudiantes, ante River, haciendo goles en ambos partidos y siendo clave para terminar remontando el resultado. Y ahí...

-Es que justamente eso es lo que más bronca me da. Cuando estaba entrando en ritmo en lo físico, que era lo que más me faltaba, me pasó lo de la rodilla. Pero yo padecí dos ligamentos cruzados, y no se puede comparar con esto. Esta lesión al lado de la otra es una boludez. Aquello sí era jodido: diez meses parados. Ahora es un mes y medio. No hay comparación. Por eso me lo tomo con calma. 

-Por lo poco que pudiste jugar la temporada pasada, vas a ser una especie de refuerzo para este semestre.

-Ojalá... Quiero ser el mejor refuerzo para San Lorenzo. Quiero recuperarme, y dar todo. Jugando bien o mal, pero dando todo, como intento siempre. Por la gente, por el grupo, por mí mismo...

-Viste al equipo desde adentro y desde afuera. ¿Por qué, habiendo estado tan bien posicionados en el torneo y en la Sudamericana, se terminaron quedando sin nada?

-La verdad es que todavía no le encontramos la explicación. Teníamos todo ahí. No era seguro que fuésemos a salir campeones, obviamente, pero creíamos que a la final de la Copa llegábamos... Creo que cuando nos eliminaron, tan inesperadamente, caímos muchísimo anímicamente. Y futbolísticamente también, claro. 

-Ahora se viene un torneo nomás, no hay Copa, pero los otros cuatro grandes tampoco la juegan, así que va a estar complicado...

-Mi pensamiento siempre fue que no se pueden pelear dos torneos a la vez, o al menos es muy difícil. Tenés que tirarte a alguno, al menos en la última recta. En este caso, nosotros no tenemos que elegir. Esperemos que el arranque sea bueno, porque si quedás afuera de la pelea al principio, se hace muy difícil transitar lo que queda del campeonato sin motivación alguna...

-¿Y qué necesita San Lorenzo para pelear el título?

-Por ahí nos falta un 9 más. Enganche hay un par, mediapuntas también, defensores también, pero 9 está Bernie solo. Alfaro (Emiliano, recién llegado de Liverpool), por lo que me contaron, es más de ir por afuera. Bordagaray también está, pero quizá no juega siempre en el área. Menseguez y el Papu no son delanteros netos, Rovira se fue... Falta un poco de recambio.

-¿Qué va a decir Bernie, tu compañero de pieza, cuando lea que decís que falta un centrodelantero?

-Pero yo digo que venga un 9 por si Bernardo se lesiona o lo suspenden, eh. En mi equipo, Romeo es titular. Es de esos delanteros que quizá no la tocan, pero apenas tienen una, la mandan a guardar. 

-¿Qué pudiste observar de Simeone en estos seis meses que compartiste?

-Que es una gran persona. Eso es fundamental. Y además demuestra que es trabajador, se renueva constantemente. Labura muy bien, incluso en la parte física. Ojalá podamos demostrarlo durante este campeonato.

MAR DEL PLATA (ENVIADO).


Fuente: Ole


Marianela Colipe

"Prefiero llegar mejor que ellos"



FUTBOL PROFESIONAL. Leandro Romagnoli ya vive el clásico barrial del domingo, al cual destacó como "un partido especial" y de paso aseguró que son encuentros donde "se pone un extra además del 100 % que dejamos todos los domingos".
Buenos Aires. Sin dudas, Leandro Romagnoli es uno de los referentes que tiene este plantel de San Lorenzo y el jugador más representativo del club en la actualidad. Quizá desde ese lugar, el Pipi se refirió al clásico del domingo ante Huracán: “Son partidos especiales donde no importa cómo llega cada uno”, señaló en diálogo con radio Del Plata.
Para el enganche, en los derbys como el que se jugará este fin de semana, se pone un poquito más que lo normal: “En todos los clásicos se pone un extra además del cien por ciento que dejamos todos los domingos”, aseguró.
Si bien Romagnoli reconoció que en estos partidos no es tan importante la actualidad de cada equipo, destaca como una ventaja que el Ciclón transite un mejor momento que el Globo: “En este tipo de partidos no importan los antecedentes ni como llega cada uno, pero prefiero llegar mejor que ellos”, señaló.
Pensando en la lucha por el campeonato, el 10 comentó: “Sería muy importante ganar porque nos permitiría seguir en la pelea”. Mientras que se animó a elegir entre pinchas y fortineros, quienes se cruzarán este fin de semana: “A nosotros nos conviene que gane Vélez así acortamos la distancia con Estudiantes”.

Fuente: PSL

Marianela Colipe



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