Romagnoli festejó los 300 partidos con la camiseta de San Lorenzo en la victoria 4-2 ante Belgrano y manifestó su sueño. Fue ovacionado al entrar a la cancha y cuando se retiró. Pizzi lo abrazó y hasta le tiró un halago. Revivilo.
Ovación inmensa, y hasta carteles con dedicatoria. Qué menos podía merecer Leandro Romagnoli, ídolo vigente de San Lorenzo, que alcanzó los 300 partidos con la casaca del Cuervo. Así, el Pipi salió a la cancha emocionado, con todo el Nuevo Gasómetro coreando su nombre. Y encima, la fiesta fue completa, porque terminó formando parte del 4-2 ante Belgrano que dejó al equipo en la punta. “Lo importante es lo grupal y no lo personal, tenemos en mente salir campeón y éste era el partido, no podemos pensar en el último con Vélez”, opinó.
A los 31 minutos del segundo tiempo, Pizzi decidió mandar a la cancha a Contreras y reemplazar a Romagnoli. En medio de un aluvión de aplausos, el Pipi dejó la cancha y fue abrazado por el DT, que le expresó su felicitación. "Mirá que no cualquiera juega 300 partidos en San Lorenzo", le manifestó Juan Antonio.
“Tenemos posibilidades de llegar al final, aunque obviamente está complicado porque somos muchos equipos que estamos ahí”, aseguró Romagnoli, quien luego confesó por qué le dejó el penal a Piatti: “El otro día me tocó patear a mí y errar. Hay compañeros que quieren patear también”. Homenaje bien completo.
Fuente: Ole. 16 de noviembre de 2013.
Marianela Colipe.
