Porque para celebrar momentos lindos, a veces hace falta recordar lo que se sufrió. Y cuando fue la tercera vez, todos nos preguntamos si ibas a volver. Casi olvidándonos de que nosotros luchamos por volver. Volver así, con una tercera operación, como querer volver a hacer una tercera cancha. Y cumplir 300 a un año de la vuelta...
Alguna tribuna merecería tu nombre, o por qué no la cancha, no sé. Sos un torneo, dos copas, una permanencia, humildad... Sos fútbol del bueno y actitud. Porque no sólo gambeteás, también te puteás con los atrevidos que te pegan y nos hacen gritar "¡Con el Pipi no!". Casi defendiéndonos de nuevo, te levantás y jugás, pero imponiendo respeto. Nos hacés entender que estás bien, y esa locura de pensar "se rompió de nuevo", se nos va.
Pero también sos la actitud de, en una pierna, jugar porque te necesitábamos... Y cómo jugaste... ¡Nos salvaste! Ni hablemos del día que estábamos con uno menos, te rompiste los cruzados y entraste sabiendo que estabas roto, imitando a un tal Jacobo Urso...
Esa es la escuela de San Lorenzo, la que representás en todos lados. Podrías ser un asqueroso como varios, sacando técnicos, diciendo que te pongan de enganche, y muchas cosas más que te dejaríamos hacer.
Esa escuela es la que representás, nuestra escuela. Porque no ovacionamos al habilidoso por ser habilidoso. Nosotros ovacionamos la actitud, esa que tenés hace 300 partidos.
Nos jactamos de decir que esta hinchada está en las malas, que no abandona, que somos la más fiel, y vos sos eso. Estás en las malas, no abandonás, sos el más fiel... Lloraste en la cancha de Unión cuando parecía que nos íbamos, cantaste con la hinchada en Independiente antes de un partido, nos pediste perdón cuando se perdió la final de la Copa Argentina ¿Estás loco? ¿Vos pidiéndonos perdón? Porque jugás como un hincha, y cada vez que jugás, parece que nos decís a cada uno de nosotros: "Siempre voy a estar, nunca te voy a dejar"
Dalmiro Luciano Faraoni
@DalmiroFaraoni
Marianela Colipe.