Romagnoli está on fire: ayer se entrenó con normalidad y le avisó a Caruso que quiere jugar los dos partidos de Promo, aunque el DT aún no lo confirmó. Y la CD ya piensa en renovarle contrato.
Leandro Romagnoli ya no es el pibito atrevido de las Inferiores que se quitaba rivales de encima como si fuesen mosquitos. Tampoco es el jugador intermitente, desgastado y nervioso que pegó un cabezazo y vio la roja en el verano, en un amistoso contra San Martín de San Juan, y al que varios directivos querían bien lejos del club. El Pipi es hoy el as de espadas que Caruso tiene a disposición para quedarse en Primera. Un ídolo que el domingo demostró una vez más que tiene con qué bancar sus pedidos públicos de titularidad.
Por eso, y porque ayer se entrenó con normalidad a pesar de la sinovitis caprichosa que padece en la rodilla derecha, el volante, de 31 años, volvió a hablar con el técnico para no perderse el choque del jueves, en Alta Córdoba.
Sin embargo, el entrenador aún no definió si lo pondrá de entrada, ya que, además de no notarlo al 100% en lo físico (“me rinde más cuando entra en los segundos tiempos”, había dicho antes del encuentro ante los sanjuaninos), ahora teme que le muestren la quinta amarilla y perderlo para la vuelta.
El mundo San Lorenzo, igual, lo pide a gritos. Los hinchas reclamaron su presencia en las redes sociales (#Romagnoli fue tendencia en Twitter durante la madrugada del domingo) y varios dirigentes lo quieren en cancha. De hecho, luego del fin de semana habría una reunión con él y su representante para intentar renovarle el contrato (vencerá el 30 de junio, pero igual jugará la Promoción), una situación impensada hace seis meses.
“La verdad, no pensábamos que Leandro iba a tener este nivel a esta altura de su carrera. Vamos a hablar con él para ver qué quiere hacer. Para nosotros es un jugador importantísimo y lo quisiéramos tener toda la vida en el club. Nació acá y creemos que debe seguir hasta que él lo crea. Ahora, si sigue jugando así, que no te extrañe que aparezca alguna oferta de afuera”, le confió a Olé un importante dirigente del Cuervo. Y algo de eso hay. Porque la Liga de Quito, que intentó llevárselo hace un año, volvería a tenerlo en los planes, y varios equipos brasileños ya le pusieron el ojo encima. Por caso, el Vasco Da Gama y el Corinthians.
El jugador ya manifestó su deseo de continuar en Boedo, “aunque primero hay que resolver el tema de la Promoción y recién ahí sentarse a hablar porque si pensás en otra cosa no le sirve a ninguna de las dos partes”. De todos maneras, no tendría pretensiones económicas altas y sólo emigraría en caso de recibir una buena propuesta del exterior. Por ahora, sólo disfruta de su momento, de estar Pipi Pipón.
26-6-12
Fuente: Ole.
Marianela Colipe