Vive este presente como un hincha más: “Ellos sufren desde afuera y nosotros desde adentro”
26/06/12
Estoy muy llorón, no?” Se ríe Romagnoli pese a todo lo que le pasa por la cabeza y el corazón. Y se refiere a lo que viene sintiendo en los últimos partidos con San Lorenzo. De la reivindicación de ídolo que recibe de parte de los hinchas y de lo que significa estar jugando la permanencia con el club de sus amores.
Cuándo te ibas de la cancha el domingo se te vio con lágrimas en los ojos. ¿Qué es lo que sentís? Sí, me viene pasando seguido. Cuando le hicimos el tercer gol a Newell´s también se me cayó una lágrima en el festejo. Lo que pasa es que contra San Martín me llegó mucho la ovación de la gente. Hay que estar ahí con todos aplaudiéndote, eh. Ellos sufren desde afuera y nosotros desde adentro. Y San Lorenzo está acostumbrado a sufrir por ser campeón y no por evitar un descenso. Es una angustia muy grande la que se siente y cuando tenés esas demostraciones de cariño te aflojás.
¿Entonces salvarse del descenso se vive como un campeonato? No es lo mismo. Porque cuando sos campeón podés emocionarte de felicidad. Ahora el llanto es porque te supera la situación. Pero no es a mi al único que le pasa. Nunca me imaginé estar jugando en este club por quedarme en Primera. Espero que nos salvemos y que sea la última vez que San Lorenzo tenga que pasar por todo esto.
¿Por eso entendés el llanto de los jugadores de River cuando lograron el ascenso el sábado? Es lógico. Hay muchas presiones que se absorben desde todos lados. De los hinchas, los periodistas, de tus compañeros, tu familia. Y en un punto explotás. Yo los entiendo a Cavenaghi o al Chori Domínguez, por ejemplo, que dejaron de lado sus cosas y fueron a poner el hombro. Son jugadores que son hinchas de River. Y no creo que pase porque River esté en la B o en Primera. Pasa por un tema de sentimiento, del cariño y agradecimiento que ellos tienen con el club. Y eso es algo que va a existir toda la vida por más que se queden o se vayan.
La sesión de fotos con Clarín se interrumpe por un hincha que lo reconoce en la puerta del predio de la AFA y le pide por favor una foto. “Gracias por jugar Pipi. Se nota que dejás el corazón”, le dice Santiago al emblema azulgrana. El tiene 33 años y le abrió su corazón a Romagnoli. “Te cuento algo. El otro día fui a la casa de mi mamá con mi hijo. Fui a mi antiguo cuarto y había un póster tuyo. Mi nene lo arrancó y me pidió que se lo cuelgue en la pieza de él”, relató con algo de emoción.
Pipi sólo pudo esbozar un tímido gracias a tamaña demostración de afecto.
En la semana se dijo que varios futbolistas no querían jugar contra San Martín y vos saliste a hablar por todos. ¿Lo creíste necesario? Hablé por mí y di mi impresión sobre lo que pienso del plantel. Acá nadie se quiere perder esto. El único que está complicado es Bottinelli, por un desgarro, pero se esfuerza para llegar. Que en un momento así se diga esto es peligroso porque estamos todos muy sensibles. Hay que jugar, correr y ganar. Otra no nos queda.
Fuente: Clarin.
Marianela Colipe