El jugador más querido por los hinchas de San Lorenzo, aclaró que se siente bien para aguantar 90 minutos. Habló de su llanto tras la victoria ante Newell’s y anticipó: “Contra Tigre vamos a ir a ganar.”
Leandro Atilio Romagnoli es, junto a Bernardo Romeo, de esos jugadores que despiertan una ovación cada vez que su nombre es mencionado en el Nuevo Gasómetro o cuando entran al campo de juego. Si bien hoy Julio Buffarini es el jugador mimado por el hincha del Ciclón, el Pipi y Bernie tiene sobre el lomo grandes batallas y campeonatos con la camiseta azul y roja. El goleador, en la actualidad está relegado al banco y entra poco y nada, pero el enganche juega, y cómo. El domingo en la remontada ante Newell’s, solamente le alcanzaron 45 minutos para desparramar por el Nuevo Gasómetro toda su calidad. Ni se le notó la molestia que lo relegó al banco en el inicio del partido. Y al respecto el Pipi aclaró el tema de su estado físico: “No sé por qué siempre se crea ese dilema de que no puedo jugar, estoy para jugar los 90 minutos.” Igualmente aclaró, como para despejar cualquier tipo de suspicacia: “En la semana tenía un dolorcito en la rodilla y no entrené con normalidad. Y a Ricardo (Caruso Lombardi) le gusta tener al jugador al 100% y por eso puso a Bazán. Pero yo le pedí estar en el banco por lo menos, me dio la oportunidad, y por cómo se dio el partido tuve la chance de entrar.”
LOS HOMBRES LLORAN. Cuando Emmanuel Gigliotti mandó la pelota al fondo del arco, tras su genial corrida y posterior centro, el Pipi explotó. Las lágrimas empaparon su rostro. Y él no las ocultó. Es más, cuando habló para la televisión sus ojos seguían vidriosos de tanto llorar. “Lo hablamos con los compañeros, en el día a día y en los partidos se sufre mucho. La cabeza está acá cuando jugás, está en Tigre, en San Juan. Es una situación complicada de vivir y más con el club del que soy hincha. Por eso exploté cuando Emmanuel (Gigliotti) metió el tercero. Fue un desahogo”, explicó el Pipi.
Fuente: Tiempo Argentino.
Marianela Colipe
